::: PRESIDENTE DE RUSIA VLADIMIR PUTIN VISITA A LOS MONJES GUERREROS DEL TEMPLO SHAOLIN :::

Los monjes Shaolin invitaron a Vladimir Putin, cinturón negro de Judo y gran aficionado a las artes marciales, a visitar el monasterio, situado en la provincia central china de Henan. El presidente ruso aceptó la invitación, cambiando por sorpresa el itinerario de su viaje oficial. Putin acabará así de forma festiva su visita al país asiático, donde inauguró el Año Nuevo de Rusia en China, presidió junto a su homólogo chino Hu Jintao un foro en donde

participaron empresarios de ambos países y presenció la firma de 15 acuerdos bilaterales, tres de ellos en el sector energético.

El director del célebre monasterio, Shi Yanji, viajó a Pekín en febrero pasado y fue en el transcurso de ese viaje cuando su comitiva hizo público el ofrecimiento, que la semana pasada fue tomado como una broma por el Ministerio de Asuntos Exteriores chino, pero que ha acabado siendo algo serio.

En su época de militante y dirigente de los antiguos servicios secretos soviéticos, KGB, Putin se convirtió es un experto en artes marciales, como ha demostrado en numerosas exhibiciones en Rusia y Japón.

El presidente Putin sostuvo una plática con Shi Yongxin al término de la visita. Ambas partes intercambiaron opiniones sobre la colaboración bilateral en los aspectos del budismo y deporte, especialmente sobre el intercambio cultural con el Templo Shaolin.

El Kung-Fu fue inventado por el monje indio Bodhidharma, fundador de Shaolin en el año 527 y que recomendaba el cultivo de uno mismo a través de largas sesiones de meditación Zen que podían durar varios días sin que se moviera un músculo.

Para evitar que el cuerpo se anquilosara con esos grandes periodos de inactividad física, Bodhidharma y sus acólitos idearon una serie de ejercicios gimnásticos similares a lo que actualmente se conoce como "tai-chi", que evolucionaron hacia un arte de ataque y defensa conocido como "wushu".

En Occidente, el arte marcial se popularizó en la década de los años 70 del siglo pasado gracias a las películas de Hong Kong protagonizadas por Bruce Lee o Jackie Chan, o a la serie "Kung Fu" (traducción cantonesa del vocablo "wushu") interpretada por David Carradine.